Las cejas son el marco de la mirada y deben armonizar con el conjunto del óvalo facial. La función de las cejas y las pestañas es proteger los ojos, ya sea desde una zona algo más distante, como es el caso de las cejas; o más próxima, como las pestañas.
Unas personas las tienen más pobladas que otras y por eso se podría decir que unos ojos están más protegidos que otros. Las cejas se posicionan como una barrera protectora que desvían el paso del sudor, polvo o cualquier agente externo que pudiera poner en peligro nuestra visión y limita la entrada de luz en exceso.
Cuando sólo se pierden los pelos de la parte exterior de las cejas puede ser síntoma de que padecemos el síndrome de Hashimoto. Las pestañas también pueden desaparecer debido a la hipertiroidismo.
Las pestañas crecen directamente desde el borde de los párpados y tienen la misma función que las cejas, impedir el paso de agentes externos perjudiciales para los ojos y evitar la radiación solar que, de no ser por su labor, podría influir negativamente en nuestra visión. No se recomienda teñir ni utilizar ningún producto dañino para la piel en estas zonas del rostro puesto que son extremadamente sensibles. Los párpados, pestañas y cejas, cumplen funciones protectoras del globo ocular.
Las pestañas y las cejas que son antiestéticas lo que hace mucha gente es depilárselos, sin saber que están exponiendo la salud de sus ojos. La primera protección de nuestros ojos es el parpadeo. Los párpados contribuyen a distribuir el líquido lagrimal que lubrica y protege a la conjuntiva ocular. Aparte del pestañeo constante, los párpados tienden a cerrarse de manera automática ante la presencia de algún peligro para el ojo. Esto se refleja cuando un objeto se dirige velozmente hacia los ojos o cuando existe una luz intensa.
La pestaña no permite la entrada de arena, partículas de cristal, polvo y cualquier elemento externo que se desprenda de la contaminación medioambiental. Sin pestañas el globo ocular estaría irritado de forma permanente y sufriría un desfase de tonalidades a causa de la carencia de una regulación de la luz. Las cejas protegen los ojos, impide el exceso de luz cegadora. Ayudan a desviar el sudor hacia los costados, de manera que el fluido no entre en contacto con los ojos y los afecte.
La vida de las cejas es más breve que la de las pestañas, ya que caen cada dos meses y medio. Tanto las cejas como las pestañas no deben ser teñidas, ya que la piel que las contiene es demasiado sensible. Existen casos de ceguera por intentos repetidos de teñirlas.