Una alergia existe cuando el sistema inmunológico del cuerpo reacciona a algo que es normalmente inofensivo, llamado alérgeno. Cuando un alérgeno entra en contacto con el ojo, ciertas células del ojo liberan histamina y otras sustancias para combatir el alérgeno. Esta reacción hace que sus ojos se tornen rojos, y que haya comezón y lagrimeo.
Muchas alergias oculares son una respuesta del cuerpo a los alérgenos presentes en el aire en zonas interiores o abiertas tales como el polvo, la caspa animal, el moho o el humo. Algunos de los alérgenos en el aire más comunes son el polen de hierba, de ambrosia, y en general de los árboles, que contribuyen al desarrollo de alergias estacionales.
Las reacciones alérgicas a los perfumes, cosméticos o medicamentos también pueden causar que los ojos tengan una reacción alérgica. Algunas personas pueden ser alérgicas a los productos químicos preservantes presentes en gotas lubricantes.
Se trata de reacción alérgica en los ojos cuando entran en contacto con ciertos compuestos que el sistema inmunológico (encargado de defender al organismo) reconoce como extraños. En consecuencia, se produce histamina, sustancia química que provoca ardor, lagrimeo, comezón y enrojecimiento de ojos.
Si el polvo en la casa le provoca una conjuntivitis alérgica, trate de no exponerse a los ácaros del polvo, sobre todo en su dormitorio. Use cobijas especiales para reducir los alérgenos en su cama especialmente en las almohadas y así mantener los ácaros del polvo alejados de su piel.
El medio ambiente del campo y de la ciudad contiene una gran cantidad de desencadenantes. Entre los principales factores de alergia ocular encontramos a:
- Los alérgenos más comunes se encuentran en el ambiente, por ejemplo, polvo, polen, pelo de animales, plumas de aves, perfumes y humedad.
- Productos cosméticos para ojos, como rimel, delineador, lápices y sombras para párpados.
- Factores hereditarios.
- Contaminación ambiental.
- Uso de lentes de contacto, principalmente cuando no se les proporciona limpieza adecuada.
- Contacto con agua de albercas.
¿Tiene los ojos rojos? ¿Le lloran, pican o tiene sensación de ardor a menudo? Si es así, debe prestar mucha atención ya que podría tener alergias oculares, más conocidas como conjuntivitis alérgica. Este problema se da cuando el tejido que dibuja el párpado o conjuntiva se inflama debido a una reacción alérgica. Estos síntomas normalmente van acompañados de síntomas de alergia nasal que incluyen resfriados, estornudos y congestión nasal. Habitualmente se tratan los síntomas de alergia nasal.
El síntoma más frecuente es el picor en el ojo, aunque también se puede experimentar lagrimeo, ardor y enrojecimiento en los ojos. En los casos de conjuntivitis alérgica aguda, suele presentarse súbitamente además del picor, dolor y lagrimeo inflamación de la conjuntiva y de los párpados, los vasos sanguíneos se hacen muy visibles y aparecen, asimismo, síntomas nasales.